El 21 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Televisión, una fecha perfecta para reflexionar con nuestro alumnado sobre el papel que juega este medio en nuestras vidas. Aunque con la llegada de las plataformas digitales su formato haya cambiado, la televisión sigue siendo una herramienta poderosa para comunicar, informar, entretener y educar.
En el aula, podemos convertir este día en una oportunidad para trabajar la expresión oral y escrita, fomentar el trabajo en equipo, desarrollar la creatividad e introducir al alumnado en la alfabetización mediática desde una perspectiva crítica. La propuesta que presentamos en esta entrada invita a los niños y niñas a convertirse en creadores de su propio programa educativo, una experiencia motivadora y muy completa desde el punto de vista competencial.
Objetivos de la actividad
El diseño de un programa de televisión educativa permite desarrollar múltiples aprendizajes. A través de esta actividad se busca que el alumnado mejore sus habilidades comunicativas, tanto orales como escritas, al tiempo que trabaja de manera cooperativa, toma decisiones en grupo y se enfrenta a pequeños retos creativos. Además, esta propuesta favorece la conexión con contenidos del área de Lengua, Conocimiento del Medio y Valores, y ofrece una primera aproximación a la lectura crítica de los medios y al lenguaje audiovisual.
Desarrollo de la actividad en el aula
La actividad se puede estructurar en varias fases, que el docente puede adaptar a la realidad de su grupo. En primer lugar, se puede comenzar con una breve explicación sobre qué es un programa educativo, visualizando ejemplos reales como «Saber y Ganar», «La aventura del saber» o programas infantiles como los de Clan TV. Esta introducción ayuda al alumnado a contextualizar y activar ideas previas.
Después se propone una lluvia de ideas: ¿Qué tipo de programa queremos hacer? Puede ser un noticiario del aula, un concurso, un programa de entrevistas, una sección de ciencia o cultura, etc. Una vez elegido el formato, se organiza la clase por equipos que asumirán diferentes roles: presentadores, guionistas, cámaras (aunque sea simbólicamente), redactores o diseñadores de decorado.
Cada equipo se encargará de preparar su parte del programa. Para ello, tendrán que redactar guiones con una estructura clara: introducción, secciones, transiciones… Esta fase puede reforzarse con la revisión del lenguaje utilizado, fomentando el uso de conectores y un registro adecuado. Luego se realizarán ensayos en voz alta, poniendo énfasis en la entonación, la expresividad y el uso correcto de apoyos visuales. Si se dispone de los medios, se puede grabar con una tablet o móvil; si no, se puede hacer como dramatización en directo.
Por último, se reserva un momento para evaluar el proceso y reflexionar sobre lo aprendido. ¿Qué les ha resultado más fácil? ¿Qué parte les ha gustado más? ¿Qué harían diferente la próxima vez? Esta fase es clave para consolidar aprendizajes.
Adaptaciones por niveles
En Educación Infantil, la actividad puede simplificarse con una propuesta más lúdica: presentar dibujos, contar cuentos o compartir juegos favoritos como si fueran parte de un programa. En los primeros cursos de Primaria, se puede diseñar un pequeño noticiario del aula o hacer entrevistas a personajes inventados. A partir de 4.º, el alumnado puede organizar un programa dividido por secciones (noticias, cultura, ciencia, valores…) e incluso incorporar elementos como debates, reportajes o concursos educativos.
Conexión curricular y competencias
La propuesta se relaciona directamente con la LOMLOE, ya que promueve un aprendizaje activo, competencial y transversal. Trabaja la competencia lingüística al desarrollar la comprensión y la expresión oral y escrita, así como la competencia digital si se incorporan recursos tecnológicos. También se fomentan la competencia social y cívica (escucha activa, respeto de turnos, colaboración) y el sentido de la iniciativa y el espíritu emprendedor, ya que el alumnado diseña y ejecuta su propio proyecto. Todo esto se articula dentro de una situación de aprendizaje significativa y cercana.
Recursos para llevarla a cabo
Para esta actividad no se necesitan grandes medios técnicos. Es suficiente con papel, cartulinas, rotuladores y una pizarra para organizar el contenido del programa. Si se quiere grabar, basta con un móvil o una tablet. También puede ser útil disponer de ejemplos en vídeo de programas reales, disponibles en canales como Clan TV o la web de RTVE.
Evaluación de la experiencia
La evaluación puede incluir diferentes instrumentos. A nivel individual, se puede proponer una autoevaluación sencilla: qué parte le ha gustado más a cada alumno o alumna, qué aprendieron, qué mejorarían. También se puede hacer una coevaluación por equipos, valorando aspectos como la colaboración, la escucha y el cumplimiento del rol asignado. Por su parte, el docente puede observar y tomar nota mediante una rúbrica con indicadores sobre oralidad, organización del discurso, creatividad o integración de contenidos.
Propuestas para ampliar la actividad
Si la experiencia resulta positiva, se puede repetir a lo largo del curso como proyecto transversal. Por ejemplo, diseñar un programa mensual sobre distintas temáticas, vincularlo con otras áreas (como Sociales o Naturales), o integrarlo en el blog del aula o en la comunicación con las familias. La creación de contenido audiovisual por parte del alumnado les convierte en protagonistas activos de su aprendizaje.
Conclusión
Celebrar el Día Mundial de la Televisión con una propuesta como esta permite acercar el medio televisivo al aula desde un enfoque creativo, educativo y participativo. El alumnado desarrolla habilidades comunicativas, aprende a trabajar en equipo y se enfrenta a un reto que le permite expresarse con libertad. Además, si estás preparando tus oposiciones, esta actividad puede servir como base para diseñar una situación de aprendizaje original y muy completa.